
Personalidad
Ser conscientes
de las formas aprendidas de comportarnos y de afrontar los desafíos que en un momento resultaron útiles, pero que en el momento presente no resuelven nuestras dificultades.
Aprender a desprenderse
de patrones de pensar, sentir y comportarse desventajosos.
Fomentar la capacidad de prestar atención a lo que es verdaderamente importante, de entrar en contacto con un sentido más profundo
de uno/a mismo/a como el referente desde el que tomar perspectiva
para elegir y clarificar los valores vitales y organizar
nuestras actuaciones en torno a dichos valores.
Desarrollar habilidades de autoconocimiento y regulación emocional que promuevan la coherencia entre el yo y el entorno. Experiencias que posibiliten una armonía entre los requerimientos internos y los externos, entre “el quiero” y “el debo”.